martes, 18 de mayo de 2010

Gala2


El jueves pasado como muchos ya saben, algunos amigos, familiares y alumnos de Miguel, se reunieron en el casino de San Juan para ver la gala de “supervivientes2010”.Fue interesante ver el ambiente que allí se formó. Las sillas bien colocadas, parecía un cine y desde ya temprano estaban algunos de sus familiares. Yo me senté en primera plana, no llevaba lentillas puestas, o me sentaba delante o no vería nada, y los que somos miopes sabemos que si no ves, tampoco oyes…!
Pues sentada yo allí, en mi silla de primera fila, contenta por tan buen sitio y disimulando para no achinar demasiado los ojos, se me acerca el ahijado de Miguel Macías, Aitor. Es un niño bastante parecido a su padre (Jesús Alemán), y no lo digo por el físico, sino porque que el niño es un rato divertido. Faltaba unos 45 minutos para el comienzo de la gala, cosa que me parecieron 10, ya que el ahijado hizo tan ameno este tiempo que la espera dejó de serlo, y se convirtió en el casting de “Fama a bailar”. Entre baila y baile, el renacuajo se me acercaba y me decía en inglés los minutos que quedaban; “Ten minutes”, me decía. Cada vez me iba poniendo más nerviosa, después de un rato, el pequeño ahijado decide sentarse a mi lado. Después de más de media hora de no parar de hablar, bailar y pedirme fotos, me pregunta que como me llamo, casi no me doblo de la risa. Le doy pistas, pero se lo pongo tan difícil que me llama “rata”, al ver mis risas le pregunta a su padre, éste le responde y le dice mi nombre, pero cuando se acerca le digo que si quiere me puede llamar “rata”.
Pues, entre el ahijado a un lado, la hija (Carla) de Miguel al otro, la gente que sigue llegando, la gala apunto de empezar y que teníamos que mandar sms para que Miguel siguiera concursando, pasé los minutos previos al concurso. En la primera y segunda fila los más allegados, luego los amigos y su hijo Miguel Ángel un poco más atrás. Sí, parecía una comunión, Miguel sería recibido por primera vez en el concurso, porque hasta esa noche estaba en el programa, pero no concursando.En el pedazo de pantallón de la pared, empieza el logotipo del programa, todos damos un respingo en la silla, mientras Carla manda a callar. Justo en ese momento siento una vocecita a mi derecha: - “rata, aquí tengo mi móvil para votar a padrino”; - OK, luego te digo cómo. Le contesté.
Al poco tiempo de ver a Jesús Vázquez, aparecen los mal llamados anónimos. Aquí tengo que hacer un inciso, cómo se le puede llamar anónimos a personas con nombres y apellidos, no sería más adecuado llamarles “no famosos” o “desconocidos”. Digo, no se, porque Miguel Macías no es anónimo ni para mí, ni para su familia, ni para sus amigos…, ni para los bajos, ni para los altos… Pues, después de la introducción del presentador, salen las primeras imágenes de los anónimos, y el primero que sale es Miguel Macías. Casi no nos habíamos percatado de que era él y se oye: “Guapo, guapísimo, pero que guapo es mi padre”(Carla), y por el otro lado; “Rata, es padrino”. Yo callada, una oyente pasiva, no quería perderme nada, absolutamente nada. Yo también quería gritar…Guapoooooo, pero me contuve, no estaba en casa.Pues como es normal en una persona humana, me perdí todo lo que pasaba detrás, qué pena no tener ojos en la espalda, pero si oía los comentarios por lo bajini: “está más flaco”, “qué moreno”, “está buenísimo”. Y muchos más comentarios que no llegué a escuchar, porque justo en ese momento salió el número de teléfono para votar (Entrar Miguel 27522). Perdí la visión periférica y desenfundé mi teléfono móvil más rápido que los vaqueros del cañón del águila. Mi ojos centrados en el teléfono, y justo cuando le doy a enviar se oye: “rata, no me deja enviarlo”. Claro, el señorito ahijado ya iba por el segundo mensaje, y sólo tenía de saldo 2 €, y el mensajito valía 1,20€. Espero que nunca se entere, pero tuve que engañarlo, bajo el consentimiento de su madre y hacer como que se lo había enviado. Me mira directamente a los ojos, como si estuviera retando al mundo entero y me dice: “Padrino se queda en la isla porque es un campeón”, a ver que quién discute eso!!!!!.
Pues entre ronda y ronda de mensajes, llegó el tercer descanso y salí corriendo para casa. No elegí el mejor momento, porque justo en el trayecto fue cuando anunciaron los que se quedaban concursando y los que no. En plena autopista y simulando que llevaba un Ferrari, suena el móvil (manos libres). - “Escucha”; me dicen, y oigo a Jesús Vázquez diciendo quién se queda y quién no. Hacía tiempo que no sentía tanta tensión, mientras dijo el primer nombre, me vino un sentimiento de culpa por no mandar más mensajes (casi me arruino). Pero justo en ese momento se oye: - “Miguel”, no me lo podía creer, ya había llegado a un semáforo, se cortó la llamada mientras yo gritaba y hacía aspavientos, síííí…, dentro. En ese momento me acordé de cómo estarían todos en el casino, saltando y celebrando, hasta los mensajes invisibles de ahijado sirvieron. Justo ahí, en ese momento suena otra vez el móvil. Era el papá de ahijado haciéndome dudar, y haciéndome creer que Miguel Macías no estaba dentro…, snif…!.Llegué a casa aceleradísima, y me senté lo más rápido posible…estaban en los anuncios…snif!. Lo demás ya lo saben, si lo vieron claro…!!!
                                              
                                                   !El ahijado, tío duro donde los haya! 

1 comentario:

  1. jajajajajaja, qué graciosa!
    Me encanta Miguel desde que lo vi en el primer programa y después de leer cómo ha sido el proceso y ver el apoyo que tiene de sus amigos me gusta aún más. Ánimo y suerte para Miguel

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